Su carita lo dice todo.

Agarrados de las manos de sus padres los pequeños abren bien los ojos y con admiración buscan que aquello que captan a su paso quede grabado como si fuera una fotografía.

Son luces de vistosos colores que se mueven, que parecen un regalo para esos niños que no quieren caminar de prisa porque eso los obliga a perder algunos detalles.

Unos saborean una paleta de dulce y otros no dejan de devorar un elote con sal y limón, que sabe más delicioso cuando los granitos están tostados.

Y sus padres parecen niños y no borran de su cara una sonrisa contagiosa porque tienen en la mira La Feria de Ciudad Victoria que todos merecen.

Es un evento que está a la altura de los más cotizados de la república mexicana y, cómo no, si el gobierno que preside en Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, se luce y los victorenses con aplausos le muestran su agradecimiento.

Es una Feria que tiene de todo, si se menciona por ejemplo un grandioso pabellón cinegético, del DIF, un lienzo charro, una pista de hielo, un teatro urbano y eventos culturales, deportivos, ganaderos y artesanales.

Y, no pueden faltar los juegos mecánicos, sí esos que contribuyen a que la convivencia familiar sea la ideal, porque esa es una de las intenciones del Gobierno de Tamaulipas.

Y de los artistas invitados que se presentan en esta Feria 2018 ni hablar, porque hacen que chicos y grandes se deleiten con una variedad de música y con esas voces bien estudiadas que hacen que la piel se ponga chinita.

Tenerlos cerca es lo mejor, porque son cantantes, algunos de ellos, que solo se les ve en la pantalla de plasma y ahora están a la mano de todos.

Esta Feria no es cualquier cosa, porque cumple con los diez años de historia y constituye un reflejo nítido de la cultura.

Además, es de las más visitadas del noreste del país, porque es una Feria que tiene lo suyo.

Basta con escuchar las opiniones de los visitantes de Nuevo León, Veracruz he Hidalgo que se cruzaron a mi paso, quienes hablan de una Feria moderna, con seguridad garantizada y, muy vistosa, pero además no se quitan de la boca lo que tiene que ver con los antojitos tamaulipecos, que están para chuparse los dedos.

Y la cuera tamaulipeca, los sombreros, las botas y las bolsas elaboradas con piel no han pasado desapercibidas para esos flamantes visitantes, que juegan con las barbitas del clásico atuendo que le da un prestigio especial a nuestro estado.

Buena organización, excelente ambiente y un delicioso sabor de boca deja esta Feria de Ciudad Victoria y, un prestigio, que seguramente va a rebasar las fronteras.

No se la pierda, vaya, porque obsequios como éste.

Poco, abundan.

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Javier Rosales
Columnista en Tamaulipas. Su columna Anecdotario es publicada en diversos medios de comunicación.